sábado, 11 de abril de 2015

LA CULTURA DE HACER CULTURA En el contexto Escuela-Comunidad



      
Para desarrollar cualquier programa cultural a nivel escolar ,es pertinente tener en cuenta la responsabilidad que representa trasmitir la información referencial al tema o punto estudiar, el docente debe investigar,analizar,comprender,respetar,valorar ,entre otros, antes de compartir con sus estudiantes el proyecto cultural que realizaran. Considerando por sobretodo la diversidad cultural, religiosa y de cualquier otro tipo que esten presentes tanto en el grupo como en la comunidad que rodea a la escuela. De manera tal que hacer cultura debe converrirse en una cultura de la cual se aprenda poco a poco en la medida que se desarrolle y se comparta ese aprendizaje en comunidad.Integrando a quienes hacen cultura en la comunidad y ampliando el espacio de participación a la familia.La producción artistica que los estudiantes generen como parte del quehacer cultural de la escolar debe transcender los muros de la escuela y la actividad cultural de la comunidad debe estar presente siendo accesible a la comunidad escolar.
        En Venezuela, existe la experiencia de agrupaciones o colectivos culturales que de forma espontánea desarrollan iniciativas artísticas en comunidades menos afortunadas en recursos económicos y bien compensadas en atributos para la práctica de la música, el canto, la poesía, la danza o la pintura entres otras expresiones artísticas. Mayormente al margen de la integración  de las escuelas que se encuentren en esas comunidades.   Paradójicamente, estas escuelas generalmente cuentan con programas o docentes de aula cuya iniciativa cultural desde donde se impulsan proyectos culturales muchas veces de calidad y envergadura dignos de ser apreciados por un público mayor al de la comunidad escolar.      
          No obstante, y aun cuando el sistema educativo venezolano promueve la cultura en los diversos subsistemas, se pierde de vista el esfuerzo de proyectar valores culturales y sus diversas expresiones cuando lamentablemente la diversidad de instancias que administran la educación  asumen  el arte y la cultura con fines lucrativos por un lado o políticos por otra parte, desviando el fin primario de hacer cultura desde la escuela y para la comunidad.
          En este sentido, cabe destacar que para poder activar el desarrollo cultural en una determinada comunidad debe estar presente la gerencia cultural orientadora de acciones generadoras del quehacer cultural, bien por parte de alguna instancia del Estado o por iniciativa de comunidades organizadas.
        Asimismo, algunos autores (Moreno, 2012) sostienen que “La acción comunitaria permite a las sociedades democráticas construir ciudadanía y es a su vez un motor para la transformación de comunidades en espacios más inclusivos”. En consecuencia y por analogía la escuela puede considerarse ese espacio transformador desde donde se produzca un efecto de integración entre la comunidad que rodea a la escuela y la escuela como tal, siendo la cultura ese impulso motivador.
                   En tal sentido, se requiere la consolidación en la práctica de  políticas culturales firmes a nivel educativo, las cuales existen y que algunos desconocen ( tanto en el sistema público como privado ) que promuevan una participación de integración escuela-comunidad a través de la actividad cultural, aprovechando al máximo los programas y recursos que dispongan, de manera significativa para la formación y valoración del legado cultural de nuestros ancestros, fortaleciendo el derecho a una identidad nacional.     
Esp.Lisbeth Cedeño


 

       






LA CULTURA DE HACER CULTURA En el contexto Escuela-Comunidad

sábado, 28 de febrero de 2015

Desarrollo Cultural desde la Escuela



Tratar el tema de Desarrollo Cultural implica per se estudiar las raíces de las tradiciones y festividades populares, propias de cada grupo cultural. Llevado al campo educativo, el Desarrollo Cultura encuentra el terreno fértil compuesto por elementos determinantes en la continuidad de las tradiciones culturales al encontrarse con niños y niñas ávidos de conocimiento y aprendizajes significativos, articulados al compromiso y responsabilidad de algún docente motivado y consciente de la importancia de inculcar valores humanos así como el desarrollo de un sentido de la identidad cultural. Bajo el impacto globalizador de las redes sociales y medios de comunicación cada día la identidad cultural de los pueblos se hace mucho más vulnerable ante un pobre interés de algunas instituciones por resguardar la seguridad cultural. De allí que tanto a docentes como a padres y representantes, al igual que el Estado se les debe mayor exigencia en poner atención a este respecto. De manera tal que el desarrollo cultural es un asunto de corresponsabilidad, que puede partir con bases más simentadas desde la escuela, a través de proyectos de aprendizajes que conscientemente cumplan el propósito de promover la cultura a través de la investigación y las artes. Lo cual no quiere decir que no se haga. En Venezuela el Estado cuenta con la plataforma legal a través de la Ley Orgánica de Educación para sustentar dicho interés . Sin embargo y aun cuando la estructura curricular del sistema educativo contemple la importancia de una educación basada en valores culturales, debe ser iniciativa del docente la estrategia más atractiva que permita que el educando cuente con la posibilidad de encontrarse con sus ancestros y conocerse a sí mismo a través del desarrollo cultural de infinitas propuestas. En consecuencia, es la base firme de una formación cultural consolidada lo que creará en el ciudadano universal de un mañana cada vez más cercano la posibilidad de convivir en un mundo cada vez más globalizado sin que ello afecte o distorsione su identidad cultural. Si en los hogares o en otras instituciones relacionadas a la formación del niño o niña no se preocupan en ello, debe entonces la escuela ser garante de tal misión, no con ello excluir a los padres y representantes de dicha obligación moral y patriótica.