Para desarrollar cualquier programa cultural a nivel escolar ,es pertinente tener en cuenta la responsabilidad que representa trasmitir la información referencial al tema o punto estudiar, el docente debe investigar,analizar,comprender,respetar,valorar ,entre otros, antes de compartir con sus estudiantes el proyecto cultural que realizaran. Considerando por sobretodo la diversidad cultural, religiosa y de cualquier otro tipo que esten presentes tanto en el grupo como en la comunidad que rodea a la escuela. De manera tal que hacer cultura debe converrirse en una cultura de la cual se aprenda poco a poco en la medida que se desarrolle y se comparta ese aprendizaje en comunidad.Integrando a quienes hacen cultura en la comunidad y ampliando el espacio de participación a la familia.La producción artistica que los estudiantes generen como parte del quehacer cultural de la escolar debe transcender los muros de la escuela y la actividad cultural de la comunidad debe estar presente siendo accesible a la comunidad escolar.
En
Venezuela, existe la experiencia de agrupaciones o colectivos culturales que de
forma espontánea desarrollan iniciativas artísticas en comunidades menos afortunadas
en recursos económicos y bien compensadas en atributos para la práctica de la
música, el canto, la poesía, la danza o la pintura entres otras expresiones
artísticas. Mayormente al margen de la integración de las escuelas que se encuentren en esas
comunidades. Paradójicamente,
estas escuelas generalmente cuentan con programas o docentes de aula cuya
iniciativa cultural desde donde se impulsan proyectos culturales muchas veces
de calidad y envergadura dignos de ser apreciados por un público mayor al de la
comunidad escolar.
No obstante, y aun cuando el sistema
educativo venezolano promueve la cultura en los diversos subsistemas, se pierde
de vista el esfuerzo de proyectar valores culturales y sus diversas expresiones
cuando lamentablemente la diversidad de instancias que administran la
educación asumen el arte y la cultura con fines lucrativos por
un lado o políticos por otra parte, desviando el fin primario de hacer cultura
desde la escuela y para la comunidad.
En este sentido, cabe destacar que
para poder activar el desarrollo cultural en una determinada comunidad debe
estar presente la gerencia cultural orientadora de acciones generadoras del
quehacer cultural, bien por parte de alguna instancia del Estado o por
iniciativa de comunidades organizadas.
Asimismo, algunos autores (Moreno,
2012) sostienen que “La acción comunitaria permite a las sociedades
democráticas construir ciudadanía y es a su vez un motor para la transformación
de comunidades en espacios más inclusivos”. En consecuencia y por analogía la
escuela puede considerarse ese espacio transformador desde donde se produzca un
efecto de integración entre la comunidad que rodea a la escuela y la escuela
como tal, siendo la cultura ese impulso motivador.
En tal sentido, se requiere la
consolidación en la práctica de
políticas culturales firmes a nivel educativo, las cuales existen y que algunos desconocen ( tanto en el sistema
público como privado ) que promuevan una participación de integración
escuela-comunidad a través de la actividad cultural, aprovechando al máximo los
programas y recursos que dispongan, de manera significativa para la formación y
valoración del legado cultural de nuestros ancestros, fortaleciendo el derecho
a una identidad nacional.
Esp.Lisbeth Cedeño
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